lunes, 7 de mayo de 2012

De discriminación y mentiras...


Mis papás no eran casados. 
Ellos querían darnos educación católica en algún colegio particular que estuviera a su alcance. Postularon durante meses a distintos colegios de ese tipo y, al ver que siempre les cerraban las puertas e incluso ni siquiera los atendían por “vivir en el pecado”, entendieron que tenían que optar por otro tipo de colegio o por otra fórmula para acceder a ellos.

Yo entré a mi colegio por medio del engaño. Al momento de la postulación, donde se debe entregar la copia de la “libreta de familia religiosa”, mis papás dijeron haberla perdido y que en la siguiente fase entregarían la copia que estaban solicitando. Eso nos dio espacio a la prueba de admisión y, luego, en el momento de la entrevista personal, mi padre jugó todas sus armas de buen vendedor y apeló a un montón de palabras que los católicos predican para ver si las practicaban con nosotros. Como misericordia, piedad e igualdad. La directora, quien era una monja de lo más buena onda que había, entendió lo solicitado y yo entré al colegio particular católico junto con mi hermano, donde terminamos nuestra educación media y nos abrió un sinfín de puertas para el futuro.

Mi papá y mamá tuvieron que mentir para no ser discriminados. Esconder algo que era “mal” visto para los ojos de algunos para acceder a una opción. Para entrar en un mundo que ellos nos querían dar a toda costa. Para pasar de un circulo de opciones a otro.

¿Por qué les cuento esto hoy? 
Pues me siento abismada luego de lo visto en Tele13. 
La discriminación a las nanas en colegios particulares católicos para matricular en aquellos establecimientos a sus hijos. La discriminación en el trato a mujeres que, en su gran mayoría, se merecen nuestro respeto y admiración completa y total. 
Incondicional. 
Mujeres que quieren darles a sus hijos un futuro mejor y en ello entienden que, una de las opciones, es haciéndolos ingresar a colegios costosos, de grandes resultados académicos, donde aprendan de forma distinta el mundo y les abran puertas que, en otros lugares, no pueden acceder.

Debo reconocer que se me nubló la vista de rabia luego de los visto. 
Entiendo que era una “recreación” realizada por actores, pero que reflejaba una verdad cruda y dolorosa. “Este mundo exclusivo es sólo para algunos”. No es para los que estén dispuestos a pagarlo, sino que, además, para los que nosotros queramos tener en nuestro circulo. 

A la mierda la misericordia que profesan esos mismos colegios en sus oraciones católicas. A la cresta el trato igualitario. Nada les importa el esfuerzo, la convicción y el deseo de cambiar de mundo. 
No. 
Así como algunos durante años dijeron “Alemania para los alemanes”, estos colegios son para “los de ellos”. Para su gente. Con apellidos rimbombantes, con cartas de presentación, de recomendación, con casas en la playa y en la montaña. No para una nana venida a más que, aunque pague, no es de nuestro mundo. O sea, ¡que atroz!

Y, ¿entenderán aquellos colegios a quien están discriminando? 
A la hija o hijo de una persona de esfuerzo que nos cuida la casa, nos hace comida, nos acompañan y muchas veces crian a sus propios hijos. ¿y la discriminan por ser la hija de la nana? ¿Por  que su madre o padre no tienen profesión? ¿Por no haber tenido las mismas oportunidades? ¿Por haber nacido en un lugar lejano y tener que trabajar como sus empleados? ¿Por haber nacido en la “cuna” equivocada y no la de oro? ¿Por eso la discriminan?

Que se avergüencen todos aquellos que creen que la profesión, el traje o la cantidad de dinero hacen a la persona. Aquellos incapaces de entender que no todos hemos tenido las mismas oportunidades y que, muchos, deben trabajar de lo que venga para cambiar el circulo de la pobreza. Que se avergüencen, porque son ellos los incapaces de comprender que es la esencia la que te hace gente y no la prepotencia para discriminar.

Me indigno al saber que no todos le rinden un agradecimiento eterno a sus nanas, así como lo hago yo, a mi Lupe. Que comparte la vida entera con nosotros. Nos crió, nos vio crecer, nos vio llorar y nos consoló en mil penas. Se alegró de nuestra felicidad y disfruta de nuestros logros. La que es una segunda madre, una dueña de casa y, luego de todo ese esfuerzo, tiene que ir hasta su propia casa a repetir lo mismo. 
Que se avergüencen aquellos que no son capaces de ver eso en la gente con la que convive a diario, ni capaces de mirar a nadie más que a los que ellos consideran “gente”.

Sigan rodeándose entre los que ustedes consideran “dignos” de su alcurnia, porque los que pierden valores únicos y la capacidad de entender la igualdad como algo intrínseco son ellos.

Y no se sorprendan entonces de los que mienten para entrar a esos mundos, porque en esos engaños vieron la única opción de salir de una torpeza eterna e incomprensible llamada discriminación.

9 comentarios:

  1. me encantó..excelente articulo escrito desde el corazón y que refleja la triste realidad de un país clasista que no evoluciona

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  2. Leí toda tu opinión. Al menos, tú tuviste la suerte de que tenías padres y pudiste ingresar, en cambio yo no pude en 1ro básico. Ya tengo 26, egresado de ingeniería civil y con una muy buena situación económica. El problema es otro, y creo que te falta aun madurar para entender... Has oído sobre el bullying?.. Que más crudo y punzante es un comentario de un niño que dice lo que piensa y sin filtro?.. Te imaginarias el sufrimiento interno del niño que no puede compararse con los otros niños!.. Los niños siempre sacan a relucir todo lo que tienen, y en este casi siempre saldría dañado psicológicamente el niño "extraño"... así que el problema es otro, no es el pensamiento del colegio... el colegio vela por que haya una sana convivencia y no un niño traumado por no tener lo que los otros tienen!.

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  3. Fraktal: creo que si hacemos este tipo de filtros, desde el colegio, es casi obvio que los niños no entiendan algo nuevo y discriminen al "nuevo". A mayor igualdad, más tolerancia.
    A los niños tenemos que educarlos haciéndoles entender que todos somos iguales. Lo que tienen en lo material no debe importar. Si no dejamos de hacer estas discriminaciones, es poco probable que cambie la mentalidad de los niños y siga ese bullying al que haces referencia.
    No es justificación a mi juicio.

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  4. Lamentablemente eso no pasa y el trauma puede incluso hacer recrudecer el rencor. Aparentemente tu nunca sufriste eso, y me alegro por ti, pero lamentablemente es mucho mas común de lo que tu crees. Sino, trata de hacer el experimento contrario. Coloca a un niño pudiente en el colegio mas problemático de santiago... que pasaría? piénsalo... yo no digo que no se pueda, solo que ahora es imposible.

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  5. Fraktal, nuevamente creo que te justificas en el problema y el problema es la justificación. Si no criticamos y alegamos, eso permanecerá siempre igual

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  6. Lo que dices se ve, y cuando lo leo hasta se escucha, muy bonito.. pero esa es TEORÍA!... he vivido siempre con niños en riesgo social y se perfectamente lo que te estoy comentando.

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  7. Acertivo y doloroso a la vez...pensar en que avanzamos tanto en algunas cosas, y tan involucionados en lo basico para el alma... respeto e igualdad.

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  8. Andreitatop creo q confunde conceptos entre "tolerar" y "respetar".

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  9. Andrea: Buena columna de rabia e incomprención, pero caes en 2 supuestos erroneos.
    Por un lado, caes en el sesgo de creer que es un tema de "católicos", siendo que es un tema social (se demuestra que en el San Ignacio, hay pasado lo mismo, y podría haber pasado desde el Grange hasta en el Nido de Aguilas).
    Lo segundo es que en los 60 se probó "juntar" como dices tú, en el San George´s 2 realidades distintas, para que se nutran mutuamente... no funcionó... Faktal explica el porque.
    El tema fundamental es que la sociedad chilena es verde, y lo más grave es que todos los que se escandalizan con el tema, seguramente hubiesen hecho lo mismo... tanto en un colegio, como dia a dia en sus trabajos, aun cuando como dices tu, adoran a sus nanas.

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